Una piedra en el camino.
Espero que sea temporal. Obligado por las circunstancias de índole variada, que muchos de vosotros conocéis, debo de dejar el placer de disfrutar de la pesca activamente.

Pero así y todo estoy conforme (no me queda otro remedio), llegó el momento de dejar algunas actividades que tanto he querido, pero ante la imposibilidad de olvidarlas me refugio en mis amigos.

 

Trato a mi medida de influir en ellos, con ese espíritu que creo no me ha abandonado, siguiendo, aunque no físicamente, la defensa de nuestros ecosistemas, para que se mantengan en un nivel no solo aceptable, sino que vuelvan a ser otra vez aquellos que por diversas razones se perdieron.
Nuestros Ríos llegarán con ese esfuerzo por parte de todos a resurgir, solo hace falta un poco de concienciación y cordura.
 
Lo creo, aunque debe pasar un tiempo, resurgirán como el Ave Fénix de sus cenizas, aportando nuestro pequeño esfuerzo.
Me duele lo hecho en épocas anteriores, que no fueron muy ejemplares, y me alegra como vamos encauzando y ordenando nuestras ideas por lo que en realidad deseamos para que llegue ese Feliz día y dejar a nuestros descendientes algo por lo que hemos luchado, cuando era ya difícil dado el estado al que se había llegado.
No cabe la desesperanza, ni ser perezosos, el enemigo puede ser grande, lo sabemos;  poluciona, ensucia el agua, provoca falta de estabilidad en los niveles, crea escolleras inmensas sin obstáculos donde guarecerse nuestras apreciadas truchas y destruye sus habitas naturales, pero granito a granito, poco a poco llegaremos a conseguir nuestro fin. Para todo eso contar conmigo, aunque mi presencia sea solo testimonial, de apoyo,  para que sigáis aportando vuestro esfuerzo, yo solo os daré ánimos para seguir.

 

Recibir este abrazo.
 
 Y os recuerdo.
 
 
 
 
 
Por:- Venancio Álvarez López