¡¡ S o ñ e m o s !!

 

  Ya es como un recuerdo lejano la anterior temporada de pesca de la trucha, se abre una nueva tras ese tiempo de reposo que los peces necesitan. Soñamos pacientes con las nuevas aventuras que nos esperan e imaginamos los ríos a nuestro gusto, llenos de peces y de color. Son momentos de esperanza e ilusión, luego el río ira poniendo a cada uno en su sitio con su reglada naturaleza y el que solo busque peces se perderá parte de su grandeza. Los pronósticos dan mal comienzo de temporada a causa de caudales muy altos, la nieve acumulada recientemente llenara cauces con aguas heladoras que dificultaran la pesca, pero el pescador no frenará su ilusión y a buen seguro que los ríos se llenaran de señuelos en busca de ese primer pez que le alegre la jornada. También es día de bolos y para muchos desilusión, no acertar con el sitio, con el señuelo o la suerte al revés hará que la apertura para algunos no sea el día mejor. Pero vendrán más días y el río nos recompensará con creces nuestra afición.

 

Venancio Álvarez.
 Llega el ansiado momento, ya han pasado seis meses, que largo se nos hicieron, ya llega el momento de visitar esas aguas apreciadas y de cambiar el ambiente de la ciudad por el ambiente rural, lleno de sonidos y rumores del agua corriendo o sosegándose en los remansos. Llega el momento de tentar a nuestras amigas, de probar nuevos aparejos y de ver si siguen estando en sus lugares preferidos, escuchar o ver alguna cebada de saludo. Ha llegado el momento de la verdad, de saber, de despejar incógnitas, de comprobar si han aumentado nuestras poblaciones trucheras, se mantienen o han bajado, cada uno lo veremos seguramente de diferente forma, influyendo el río, el tramo o la suerte, pero sin despreciar lo más importante, la veteranía y saber del pescador.
Ese pescador que sabe cuando lanzar y donde, y que viendo las condiciones del día hasta nos puede indicar si hoy entran o no, y hasta se dedicará a analizar la situación…porque sabe que otros detalles también son importantes, las eclosiones de insectos, la vida del río vista desde los invertebrados, las aguas y temperaturas ect., el sabe como pescador veterano y con experiencia:
QUE EN EL RIO HAY MAS QUE PECES. Soñemos y gocemos de nuestros sueños, ya llega el día tan añorado. Soñemos amigos; días antes estamos todos en la onda y nos dormimos quizás pensando o soñando con el mismo contenido, nuestros sentimientos son los mismos, como no, sentimientos de amantes de la naturaleza, de los espacios abiertos, de lo que vemos y de lo que por fin encontramos, no es solo pasajero porque durante muchos años seguirá de igual forma en el «preludio» de una nueva temporada que a igual que una «orquesta» interpreta esa perfecta sinfonía en nuestros sueños.
El protagonista de «La vida es sueño» de Calderón de la Barca, acaba creyendo que los momentos de Felicidad en la vida son como sueños que hay que saber prolongar. Ellos nos ayudarán a sentir el placer de ese contacto con lo que deseamos,  vivimos para realizarlo y mantenernos jóvenes, fuertes y más sabios cada nueva temporada, y más amigo de nuestras «amigas las truchas». Resumiendo: Soñemos, pensemos que todo llega y hechizado por el momento el pescador espera, sintiendo llegarle al alma el «campeador latido» del pez, la tierra y el agua.

Clara Esteban .

 Mis queridos amigos… hay algunas frases que pasan a la posteridad y todas las que «me dicen algo», las que «me susurran, me sugieren, me motivan», se refieren a los sueños, a cumplirlos… en definitiva a la vida… ‪cuánta razón, querido Venancio, en lo que dices de Calderón: «Los momentos de Felicidad en la vida, son como sueños que hay que saber prolongar».
Hay una canción que dice «me importan los de verdad, los que comparten mis días»… y nuestros días, son días de sueño y de bofetadas de realidad, pero mientras tanto, soñamos, pescamos, y defendemos lo que amamos; nuestro medio ambiente. Y lo más importante del sueño, a la realidad, sólo hay una delgada línea: creer en el sueño y llegar a cumplirlo, trabajar en él y por él. Da igual que sea por nuestro querido Chorrón o por el río Torío… los sueños están para cumplirse. Y sigamos soñando (aunque las luces se apaguen, aunque nadie sea consciente de nuestro sueño, de nuestro deseo, o trabajo).
Soñemos juntos… y la realidad se podrá cambiar.
Se apagan las luces. Se encienden los sueños.

 

Soñemos.