Río Casares, Aventura y Pesca.

Territorio Pesca

            Acelero, es el último semáforo de la ciudad. Pronto los márgenes de la carretera se llenan de verde, de árboles, de campo. Por la ventanilla, medio baja, entra el fresco de la mañana. A lo lejos, en el horizonte, las cumbres nevadas brillan ante un sol incipiente, me atraen. Al pasar la Robla, el río Bernesga marca la ruta. Es río correntoso y aunque circulamos en direcciones contrarias me acompaña hacía la montaña, cruzo un puente, Puente de Alba, y el río discurre ahora por el lado izquierdo de mi marcha.

 

 

Territorio Pesca

La mañana es fresca, a pesar de que estamos en junio, pero presumo que a mediodía alcanzaremos más de 20º. Las reflexiones en torno a la vida cotidiana desaparecen, mientras el río juega a esconderse y aparecer entre arboles y prados. Paso Buen Suceso, mirada a la ermita, a la salida de La Pola de Gordón tomo un cruce a la izquierda dirección al puerto de Aralla.

 

 

Territorio Pesca

Anclado en la orilla de la carretera leo un cartel que pone Beberino, sigo…flechas amarillas indican el camino de San Salvador, otro cruce, Puente San Pedro y el camino se pierde dirección Buiza. Por un instante mi imaginación acompaña a un águila que planea con sus alas extendidas por un cielo que parece dominar, me encanta, es otra dimensión. El Pico del Fraile es testigo fiel a todo lo que allí pasa.

 

Se vaya o no a pescar, solo contemplar esta naturaleza agreste te hace gozar.

 

Territorio Pesca

“Quien ha escuchado alguna vez la voz de las montañas, nunca la podrá olvidar”este proverbio tibetano para nada exagera el poder, la influencia y esplendor de estas montañas. Protegido por estos cerros que nos hablan, viaja nuestro río cristalino y cantarín, el Casares, afluente del que hasta ahora nos acompañaba. Al respirar se nota un aire limpio y repleto de oxígeno.

 

 

 

La orografía de este territorio nos permite un amplio abanico de disciplinas deportivas. El artista se puede recrear, el senderista descubrir lugares increíbles, y el pescador…hay el pescador, el pescador se encontrará con un río técnico, estrecho y con mucha vegetación, pero con la recompensa de que atesora unas truchas salvajes con una librea impresionante.

 

 

Territorio Pesca

Pasando Cabornera me preparo para pescar. Armo la caña y disponga la maquina fotográfica. Elijo una mosca del maestro Benito y me pongo a lanzar. Enseguida la primera sorpresa, un mirlo acuático salta de piedra en rama y me entretiene. Aquí el agua representa la verdad, todo es por ella. Río arriba, sigo pescando, observando, disfrutando, fotografiando. Una libélula reposa en una musgosa roca, una pequeña cascada rompe el agua y el silencio.

 

 

Territorio Pesca

 

Solo su sombra, en el fondo del río, delata la presencia de una preciosa trucha que parece descansar en la sombra de una roca. Una mariposa resalta su colorido en la verde vegetación. Una lagartija se esconde a mi paso, mientras una rana luce vitalidad.

 

 

Territorio Pesca

Esto, todo esto, es lo que muestran algunas de mis instantáneas. Momentos increíbles que reflejan la hermosura de un mundo salvaje. La mezcla de la belleza, la gama cromática y el entorno natural hace aflorar los sentimientos más íntimos. Esto no es un imaginario lugar, esto es real, es el valle del río Casares, Geras-Beberino, que figura en el inventario del patrimonio de la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga como lugar singular desde el punto geológico. Es un lugar encantado.

Y yo…sigo pescando, pero solo cuando la naturaleza me da un descanso.

 

 

Territorio Pesca

Llego a la ermita del Santo Cristo de Geras, que se que data del siglo XVIII, y hago balance antes de ir a almorzar. Cuantas imágenes y paisajes, cuanta flora y fauna, cuanta emoción y cuanto que agradecer. No grandes, ni muchas, pero también pesqué truchas salvajes y esquivas.

Sin río no hay nada.

 

 

No esta mal, nada mal. Repetiré, seguro que volveré.