Operación     rescate.
Una vez cortada el agua del Canal de Sorriba, que suministra a la central eléctrica de Iberdrola de Sorriba – Ambasaguas, quedan atrapadas cientos de truchas, en las compuertas, en el azud y en el reten de la entrada de la central.
Los agentes medioambientales coordinaron una operación para salvar a las truchas de una muerte segura, su objetivo fue retirar tantos peces como fuera posible antes de que el nivel más bajo de agua y el incremento de la temperatura se combinaran para producir condiciones en las que las truchas no pueden sobrevivir.
Territorio Pesca fue testigo y colaboró en toda esta actividad. Nos unimos a esta misión de rescate para comprobar como se hace para salvar esas truchas que quedan encalladas en el canal y separadas de la corriente del río.
En el canal, con sacaderas y  sistema eléctrico, Aurelio, guarda del coto de Cerezales, junto con el de Vegaquema y el del Castillo. Por encima del canal, para recoger las truchas y trasladarlas al río, el agente Fernando y dos compañeros más, así como el encargado de Iberdrola que colaboró en todo momento.
“ Tratamos de asegurar que los peces que están ahí tengan una segunda oportunidad ”. – 
 
Las truchas se van depositando en cubetas,  con agua limpia, y en cuanto hay un número estimable, pero que su supervivencia esta garantizada, se pasan a los compañeros que van por fuera del canal que se encargan de trasladarlas a la zona más próxima del río. Cuando el canal se separó del río el traslado se tuvo que hacer en el vehículo destinado a tal efecto.
Hemos comprobado que, una vez depositadas en el río, las más grandes tardan más tiempo en activarse que las pequeñas. El porcentaje de mortandad en esta operación no superó el uno por cien. Territorio Pesca, por carecer de datos científicos, no entra en el tema tan hablado de los daños colaterales que puede producir estas prácticas.
Fue un trabajo arduo y que llevó toda una mañana, pero aunque solo fuera por salvar un pez el esfuerzo ya hubiese merecido la pena.
El canal tiene más de 4 km y se recorrió palmo a palmo hasta el final, donde  llegaba el lodo hasta la cintura y las truchas en la superficie eran rescatadas sin necesidad de corriente. Se rescataron cerca de cuatrocientas truchas que fueron todas devueltas vivas y coleando al río de su procedencia o sea al Porma, aunque había alevines del año, la vida sigue, es de destacar la librea y el tamaño de la mayoría.
 
Hemos encontrado en el recorrido del canal aparejos de pesca, sobre todo de ninfas con el famoso chupete de plástico y plomo…en fin.
 
Desde Territorio pesca sabemos muy bien la polémica que siempre levantan estas actuaciones, es por ello que estuvimos atentos a todos los pormenores y queremos destacar la gran profesionalidad de los intervinientes, que no querían en ningún momento que se perdiera ningún pez.
Podemos y debemos de criticar el efecto dañino de estas centrales sobre este recurso natural…escalas que funcionan mal, cortes alternativos de caudal y toda la influencia negativa que producen sobre nuestros ríos. También lo podemos hacer sobre el sistema eléctrico a emplear, pero creo que sobre la actuación de los Agentes nada se les puede reprochar, hacen su trabajo con los medios que les dan y nuestra opinión es que lo hacen bien y con mucha profesionalidad.
Territorio Pesca omite, voluntariamente, las fotografías de la devolución al río de las truchas para preservarlas de furtivas miradas. 
Así lo hemos vivido y así os lo contamos.