Los prados y huertas han constituido desde tiempo inmemorial el principal sustento de numerosas familias en el entorno rural, así como también constituían una pieza importante en la manutención de personas y ganados los molinos harineros. Los prados y huertas habían de ser regados para tener una buena producción de alimentos, y los molinos tenían que disponer de la principal fuente de energía que los hiciera mover, el agua.
Eran muchos los puertos que existían y no hay río que no haya tenido alguno, eran muy comunes en la zona del río Omaña quien no ha conocido el puerto de la Garandilla aún en servicio pero hecho hoy de escollera, el de Inicio ya desaparecido (aún se aprecian sus estacas) o el de San Martín de la Falamosa (desaparecido por completo) el de Trascastro etc.
Otro río en los que había muchos era el Porma, el famoso puerto del Catalán donde empieza el coto del condado y ya desaparecido, el de Puente Villarente justo debajo del mismo puente (todavía se nota donde estaba), en Marne…..etc.

Aunque no tenga una incidencia directa en el ejercicio de la pesca, los puentes de madera han prestado un gran servicio al pescador y guardería durante mucho tiempo y creo que merece su reconocimiento.
Me estoy refiriendo a aquellos puentes que se construían con dos troncos de chopo, luego se colocaban uno al lado del otro en paralelo y se le clavaban encima los troncos de las ramas separados unos de otros mas menos 4,5 ctm y de una anchura de 50, 60, o 70 ctm, eran estructuras muy sólidas y muy duraderas, su finalidad no era la de atravesar el propio cauce del río si no las presas, cauces de derivación, lagunetas etc. que existían en las márgenes de los cauces y dar servidumbre de paso a las orillas de los ríos. Una de las zonas más comunes de ver estos puentes era la ribera del Porma el Condado, Puente Villarente, Marne…..donde todavía hay alguno, muchos de ellos eran construidos por la propia guardería del río contribuyendo así tanto a guardas como a pescadores a facilitar el paso. Eran muy comunes en los años 70, 80.
Como los gaviones y los puertos de palos los puentes de madera merecen la pena ser nombrados pues todas estas construcciones se integraban a la perfección en el paisaje no causando el más mínimo impacto ambiental, y lo mejor de todo realizaban su servicio a la perfección beneficiándose por dos lados el que lo construía y la propia naturaleza y pescadores, eran otros tiempos…, hoy en día prima más el hormigón y la ferralla sin importar lo más mínimo el impacto sobre la naturaleza.
En fin recordemos con nostalgia aquellas construcciones y en este caso aquellos puentes de madera.
Extraordinarias fotografías las que acompañan estos recuerdos, que nos hacen sentir con añoranza los ríos en que comenzamos, pero hoy diferentes en el entorno, en la calidad de sus aguas y de sus truchas.
Estas vivencias son una parte de la historia de nuestros ríos, pero tambien de muchas personas.
Según cierras los ojos y vuelven los recuerdos, parece que ha pasado una eternidad, como si fuera de otra era y la verdad es que fue ayer.
Cuánto y cómo hemos cambiado todo en pocos años….. a peor.
Recuerdos para siempre, gracias compañeros por vuestra consideración. Saludos.