Recuerdos y sensaciones a la orilla del río
José Mª Villarroel Díez (CHEMA)
               Aquellos puertos de palos
De entre los principales aprovechamiento de nuestros ríos destacan principalmente el riego y la producción de energía.

Los prados y huertas han constituido desde tiempo inmemorial el principal sustento de numerosas familias en el entorno rural, así  como también constituían una pieza importante en la manutención de personas y ganados los molinos harineros. Los prados y huertas habían de ser regados para tener una buena producción de alimentos, y los molinos tenían que disponer de la principal fuente de energía que los hiciera mover, el  agua.

A través de presas de derivación en las márgenes de los ríos se hacía conducir el agua hasta su destino final, el  riego o la producción de energía.
Para ello se tenían que construir pequeños puertos que hicieran desviar el agua por las presas de riego. Hubo un tiempo en que esos puertos se realizaban con estacas de madera, la  obra era totalmente artesanal pues eran unas estacas de madera (de roble) que se clavaban en el lecho del río y luego se entrelazaban ramas para dar forma al puerto y así desviar del agua a las presas de riego. El puerto robaba parte del agua al río pero no era un «robo» gratuito si no que ese puerto aportaba su contribución de forma generosa, esos  puertos justo por debajo de los palos, el agua horadada el fondo del río proporcionando un gran pocito donde truchas y peces obtenían refugio.
La otra parte del puerto, y la más destacable , la que quedaba por encima de los palos, era  un gran refugio de peces, pues al tener profundidad y agua en cantidad proporcionaba un buen frezadero, un  buen refugio y una gran despensa de comida durante todo el año, incluso  en verano.

Eran muchos los puertos que existían y no hay río que no haya tenido alguno, eran  muy comunes en la zona del río Omaña quien no ha conocido el puerto de la Garandilla aún en servicio pero hecho hoy de escollera, el  de Inicio ya desaparecido (aún se aprecian sus estacas) o el de San Martín de la Falamosa (desaparecido por completo) el de Trascastro etc.
Otro río en los que había muchos era el Porma, el famoso puerto del Catalán donde empieza el coto del condado y ya desaparecido, el de Puente Villarente justo debajo del mismo puente (todavía se nota donde estaba), en Marne…..etc.

Eran obras que prestaban servicio al hombre y que a la vez contribuían a que la fauna piscícola no desapareciera si no que aumentara y todo ello integrado perfectamente en el paisaje y la naturaleza. Que buenos eran esos puertos para pescar, que truchas tenían,  hoy por desgracia ya no queda nadie que los fabrique y si se hace alguno se hace de hormigón y listo….¡que pena!… Pero siempre recordaremos aquellos puertos de palos
            Aquellos puentes de madera

Aunque no tenga una incidencia directa en el ejercicio de la pesca, los puentes de madera han prestado un gran servicio al pescador y guardería durante mucho tiempo y creo que merece su reconocimiento.

Me estoy refiriendo a aquellos puentes que se construían con dos troncos de chopo, luego se colocaban uno al lado del otro en paralelo y se le clavaban encima los troncos de las ramas separados unos de otros mas menos 4,5 ctm y de una anchura de 50, 60, o 70 ctm, eran estructuras muy sólidas y muy duraderas, su  finalidad no era la de atravesar el propio cauce del río si no las presas, cauces de derivación, lagunetas etc. que existían en las márgenes de los cauces y dar servidumbre de paso a las orillas de los ríos. Una de las zonas más comunes de ver estos puentes era la ribera del Porma el Condado, Puente Villarente, Marne…..donde todavía hay alguno, muchos de ellos eran construidos por la propia guardería del río contribuyendo así tanto a guardas como a pescadores a facilitar el paso. Eran muy comunes en los años 70, 80.

Como los gaviones y los puertos de palos los puentes de madera merecen la pena ser nombrados pues todas estas construcciones se integraban a la perfección en el paisaje no causando el más mínimo impacto ambiental, y lo mejor de todo realizaban su servicio a la perfección beneficiándose por dos lados el que lo construía y la propia naturaleza y pescadores, eran otros tiempos…, hoy en día prima más el hormigón y la ferralla sin importar lo más mínimo el impacto sobre la naturaleza.

En fin recordemos con nostalgia aquellas construcciones y en este caso aquellos puentes de madera.

Continuará…