Nuestros ríos están llenos de vida, las maravillas de nuestros recursos acuáticos están ahí para disfrutarlos, la pesca es una de las actividades más divertida que se pueden hacer al aire libre. Pero hay peligros en el agua. Hay peligros en el río que debemos de conocer.
Para realizar nuestra afición, la pesca, necesitamos buena vista, buenos brazos y piernas pero sobre todo cabeza. El agua no es nuestro medio natural por ello debemos de ser precavidos. Nuestra seguridad en el río depende mucho del respeto que tengamos al poder del agua. Nunca subestimes su poder, una moderada corriente puede ejercer sobre tu cuerpo una fuerza de varias toneladas y arrastrarte en pocos segundos los metros suficientes para ponerte en una situación de riesgo.
Para pescar no es necesario caminar por el lecho del río, la mayoría de los peces comen por las orillas, pero si tienes que vadear o caminar por el cauce hazlo despacio, de lado y asegura un píe antes de mover el otro. Unas buenas suelas y un bastón o un palo te pueden ayudar mucho. Las crecidas repentinas son muy peligrosas sobre todo las causadas por aperturas de presas, si ves arrastre de hiervas y ramas salte rápido no te sorprenda la riada.
El rayo es la parte más peligrosa del mal tiempo. El ser sorprendido por una tormenta eléctrica en plena acción de pesca puede ser una experiencia aterradora. La caña, el agua y los árboles son buenos conductores y atraen a los rayos. Debemos alejarnos del agua y buscar un lugar más seguro,  el coche es un sitio seguro en estos casos mientras no se toquen los laterales, la caña la debemos de enfundar o incluso abandonarla. Si percibes que el rayo te puede alcanzar, lo notarás porque el pelo se te eriza y sientes un cosquilleo intenso en la piel, tírate al suelo de rodillas y dobla el cuerpo hacía delante, apoya las palmas de las manos en el suelo, junta los pies y aguanta la respiración, esto te puede salvar la vida.
Ojo con el frío, la hipotermia a un que sea leve nos puede ocasionar trastornos serios, abrigarse bien. El sol puede ser otro enemigo importante, gorra o sombrero y unas gafas nos pueden ayudar mucho. Si vamos a pescar muchas horas
debemos de llevar bebida y comida. Por la ribera siempre podrás encontrarte con animales tanto domésticos como salvajes. Vacas y toros evitarlos aunque sea dando un rodeo. Perros también evitarlos o protegerse con piedras o un palo, si esto no funciona meterse en el río. Ofidios, si no tropiezas con ellos marcharan, examinar los lugares para apoyarse y sentarse. Mosquitos y otros insectos, lo mejor protección, pero si ya te han picado no te rasques, si no tienes otra medicina aplica en la zona de la picadura orina y aliviaras el picor.
Los demás pescadores no son enemigos sino compañeros de afición, lo cortes no quita lo valiente, un saludo o una ayuda en ciertos momentos es de agradecer. La Guardia Civil y los Agentes Forestales están ahí para ayudarnos y su presencia la debemos tomar como salvaguardia del medioambiente y de garantía de nuestra seguridad. Solo es el furtivo el que los tiene que temer.
Pescar y disfrutar… tranquilos y seguros