Pescar Lucios en invierno.
En invierno también tenemos la posibilidades de practicar nuestro afición, especialmente con un pez fuerte y que nos dará mucho juego, el Lucio.
Aunque con el frío del invierno el lucio pierde actividad, a las horas de mediodía y de la tarde, en días nublados, sobretodo, se pueden pescar grandes ejemplares, siempre que las aguas presenten buenas condiciones. Hay que tentarlos en zonas tranquilas, reculas, mangas y lugares donde abunde la vegetación, estos lugares son elegidos en estas fechas porque a finales de febrero empezaran con sus abundantes puestas para su reproducción. 

El Esla y el Órbigo, en sus zonas bajas, se presentan como buenos lugares para su pesca, por su abundancia y tamaño. Pero también los podemos pescar en el Cea, Tera y Tuerto en aguas próximas a sus desembocaduras.

El embalse de Ricobayo tiene ganada la fama de tener ejemplares de récord y aquí podemos pescarlos de orilla o embarcados.
Básicamente se pescan a lance ligero, con; cucharillas ondulantes, rapalas, vinilos e imitaciones de toda clase de “bichos” que abundan por el río. Muy efectivo es el pez vivo pero hay que tener en cuenta que no en todas las aguas está permitido. La brusquedad de sus ataques y su muy dentada y fuerte boca aconsejan el uso de un hilo muy resistente, al menos un trenzado del 18, es aconsejable que acabe en un cable acerado que impida su rotura.
El lucio fue importado de Francia por la administración en 1949. Pronto empieza a ocupar las zonas de transición y en 1980 invade cotos como Sardonedo (Orbigo), Villaroañe (Esla) y Marne (Porma). El lucio(Esoxlucius), como cualquier otra especie declarada como invasora, será capturado en las condiciones del Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras.

La mejor época para pescarlos es el otoño.