Pescar en el Támesis.
Los ríos por su aporte, frescor y belleza nos atraen y a su alrededor formamos núcleos urbanos y grandes centros industriales. Pero no reparamos en el mal que les hacemos hasta que el deterioro es tan grande que peligra nuestra vida. 

El Támesis es un ejemplo vivo de recuperación, a mediados del siglo pasado su alta contaminación le convirtió en un río biológicamente muerto y ningún ser vivo podía vivir en sus putrefactas aguas. Pero la Environment Agency creó un organismo conocido como Thames Water (Aguas del Río Támesis) que realizó una limpieza masiva consiguiendo restaurar el Támesis y devolverle la vida que había desaparecido.
Aunque sus agua se presentan siempre tomadas, dando la impresión de suciedad, está considerado uno de los ríos más limpios de los que atraviesan grandes ciudades.
 El Támesis en sus más de 340 km presenta un laberinto de canales, diques, puentes y más de 80 islas, muchas de ellas pequeños islotes (aits) llenos de vegetación. Muchos son los ingleses que viven sobre él, en sus hogares acuáticos, barcos-casa atracados en el río alrededor de las grandes islas y ciudades. Es el río más importante de Inglaterra y la principal fuente de abastecimiento de agua en Londres.
Nace de la confluencia de los ríos; Isis, Churn, Coln y el Leach, en el condado de Gloucestershire, convergen en Oxford y fluyen sus aguas hacia el sureste a través del desfiladero de Chiltern, luego sigue por el este hacía Londres y tras pasar por Gravesend forma un gran estuario desembocando en el mar del Norte. 
La fauna del Támesis es muy interesante. Entre las criaturas que habitan en el destacan; la rata de agua, la nutria y varias especies de aves, como la garza real, cisnes, gansos, patos, la polla de agua y el martín pescador, de los que se encuentran tanto en el mar como en el interior están el cormoran y la gaviota.

 El Támesis contiene agua de mar y agua dulce, los peces de agua dulce del río y sus afluentes son; la trucha común, el cacho, la carpa, el gobio, el barbo, la perca, el lucio y el sombrío, de vez en cuando alguien pesca un salmón, pero esto es más bien casual a pesar de que se están gastando muchas libras para que los grandes salmones regresen a estas aguas. En las zonas con marea, se han documentado 86 especies de peces marinos, como góbidos, arenques, salmonetes, platijas, anguilas y lenguados, además de 14 especies de eurihalinos, como el eperlano, la lubina, la saboga y el sábalo.
Este río es también sede de algunos crustáceos invasores, incluyendo el cangrejo señal y el cangrejo chino.
El Támesis te ofrece recovecos ideales para pescar, lo podrás hacer gratis en muchos sitios aunque primero necesitarás una licencia de pesca. En Oxford puedes pescar libremente y hasta aquí el río es tranquilo para luego engrandecerse. 
Lo que más se pesca a caña son carpas, gobios, barbos, la perca y lucios. Aunque en las cabeceras de los afluentes se pescan truchas a mosca, lo más habitual es hacerlo a fondo con cebos naturales y a lance con rapalas y vinilos.
Los pescadores de la zona echan sus cebos al agua, se sientan al borde del río, escuchan música y se pasan el rato tranquilamente sin que nadie les moleste. La casualidad me puso en bandeja el poder pescar en el Támesis, sin dudarlo y con ropa de paseo me puse a la faena, mis dos compañeros ocasionales me asesoraron en todo y solo me pidieron que no mostrase los peces, que una vez pescados iban a parar a la red-vivero para luego devolverlos vivitos y coleando, en una jornada normal se pueden pescar más de 20 peces y de buen tamaño. Están molestos con muchos pescadores foráneos que no respetan cupos ni medidas y se llevan todo lo que pescan. Esto me suena.
No es la Patagonia, Noruega o Alaska, pero pescar en el Támesis, donde se celebra la regata Oxford-Cambridge que enfrenta cada año a los remeros de las dos universidades, fue una experiencia inolvidable.

Esto no hubiese sido posible sin la ayuda de mi guía, gracias, a un pescador estas cosas nunca se le olvidan.