El chupóptero acuático.

 

 

 

El chupóptero acuático.
Este bicho, perteneciente a la familia de los chupópteros sin fronteras, raramente le encontraras en el agua aunque vive y se alimenta de ella, tiene un par de patas, brazos y un pequeño rabo entre las patas, su cabeza es como una caja registradora y tiene la jeta durísima. Es un parasito de la sociedad a la que chupa el agua y la sangre.

Es una sanguijuela para el modesto y recalifica para el poderoso, no le importa en su viaje volar por encima de la alambrera de la Ley, remonta el río y pone sus huevos de hormigón donde más corriente encuentra sin importarle el destrozo medioambiental que se produzca. Está seguro de que sus huevos fecundarán aunque para ello sangre el alma de los pescadores. Tiene tanta influencia que sabe que una vez puesto el huevo nadie se lo quitará y le pertenecerá el uso de esa zona acuática para siempre. Pisotea los lugares más preciados, los ríos más trucheros y destroza los sueños de las gentes. Prosperan a cuenta de los demás y se mofa de todos. Se enriquecen hasta limites insospechados a través de un bien público y se amparan en una legislación obsoleta que favorece toda clase de sobornos y fechorías consiguiendo un titulo concesional aunque los estudios sobre el impacto medioambientales sean negativos. Utilizan la estrategia de que su producción es verde y renovable pero ocultan que miles de peces son turbinados, que hacen barreras infranqueables, que  destruyen ecosistemas de alta montaña con aguas de excelente calidad química y biológica en donde viven especies únicas de vertebrados e invertebrados y muchos más infestos que no ha lugar a relatar.
El gran Chupóptero sabe bien como eludir a la Fiscalía, tiene influencia y la ejerce. A conseguido que el poder sea un fin y la corrupción su modus operandi, se pasa la ley por el forro, anida en la arbitrariedad y vive el caciquismo a la antigua usanza. Ni el sentido común, ni la razón, ni leyes y ni todos los diablos juntos podrán nunca detener a esta implacable bestia. Es un miserable sin conciencia y sin pudor.
Es un animal perseguido por unos y protegido por otros, en aguas turbulentas se reproduce con gran facilidad y aunque no es una especie alóctona, para el río, es la fiera más dañina que existe. Su destrozo es tan grande que donde pone huevo desaparecen los peces, las plantas…la vida. Los pescadores le temen por eso y por que tiene la capacidad de alterar el cauce del río a su antojo. Urge encontrar un sistema para erradicar al Chupóptero acuático de nuestros ríos, no queda otra que eliminar sus nidos bien sea por lo civil, por lo penal o por lo militar. Fuera monstruos de dos patas.
Ríos vivos, aguas limpias y cuentas claras.