No vayas…
Si quieres pescar grandes truchas no vayas a la alta montaña, aquí las pretensiones del pescador escogen otros goces. Si quieres una pesca placida no vayas a la alta montaña, aquí hay que caminar a trompicones y con pocas tiradas para pescar.
El río es muy exigente y la altura más, tienes que portar comida y bebida suficiente para aguantar la jornada. Mantenerse hidratado debe de ser una constante. La lejanía del coche te obligará a ir provisto de lo suficiente para
enfrentarte a las inclemencias del tiempo y a cualquier inconveniente que la
altitud te puede deparar.
enfrentarte a las inclemencias del tiempo y a cualquier inconveniente que la
altitud te puede deparar.
Hay que pescar a punta vara entre rocas y corrientes en un vertiginoso posar y posar y volver a posar una mosca atractiva para unas truchas salvajes, aunque no son muy selectivas por su entorno que condiciona muy mucho su alimentación.
Nos encontramos con un escenario difícil para la practica de la pesca; calor aplastante y un caudal muy bajo. El reto estaba servido. Pero hay que pescar en todas las circunstancias y como bien sabemos estas nunca, o pocas veces, son las ideales.
No importa el número ni el tamaño, lo más importante es pescar con el placer de la soledad, entre montañas y nubes. Donde la mirada se pierde tras una ave rapaz y la magia te rodea. Pescar ahí donde pocos lo hacen, donde la trucha siempre responde con bravía, es una emoción constante.
Así que una jornada larga en horas se nos hizo corta y entretenida. Vivimos una jornada completa de pesca en medio de una naturaleza diferente. Si siempre respetamos el medioambiente… en la alta-montaña hay que extremar las precauciones y ser consciente de que estamos en un entorno sensible y de gran valor ecológico, respetar la flora y los animales, hacer una correcta manipulación con las truchas, no dejar nada y llevarnos tan solo emociones es de obligación.
Yo, desde hace años soy un apasionado de la Alta Montaña. Soy un Pirineista convencido, apasionado. Un entorno que me hace sudar la camiseta, pero que me llena de muchas cosas buenas. Como bien dices, el tamaño pasa a un muy segundo plano.
Así es Ferran, si no hay pasión la pesca solo se queda en coger peces y eso para muchos no es suficiente.
Saludos.
Pescar en los ríos de alta montaña, o media montaña, para mi, es el total. Efectivamente, Lachis, las grandes pintanas no nos esperan, aunque alguna si. Se trata de pasar una nueva jornada en plena naturaleza, con dificultades y satisfacciones. No se tratara de ir a la tabla tal o cual, es escudriñar cada rincón, cada roca… Es disfrutar de cada posada, saques o no rendimiento en piezas. Se trata de disfrutar y yo, lo hago cada vez que voy a las zonas altas del Torio, Bernesga, luna, Omaña, Torrestio, Porna, Burbia y ya no digo bada del Duerna. La montaña es la montaña y la ribera, para la lucha leonesa si, y muchas cosas más, también…
Aunque de vez en cuando te sorprende alguna de mayor tamaño lo normal es que sean de medidas limitadas por el ecosistema; aguas muy correntosas y frías, poca comida y mucha depredación, pero todo esto las convierte en luchadores y esquivas. Lo que da la alta montaña siempre es muy gratificante.
Un abrazo.
A mi me gusta compaginar, me gustan los grandes ríos de llanura por sus enormes truchas, pero los de alta montaña porque son hermosas y bravas, ademas de la belleza del paisaje.
Saludos.
Son diferentes emociones pero al final es la pesca lo que nos hace disfrutar.
Saludos KIKOLEON.
Como siempre estupendo Lachis. La pesca en alta montaña tiene algo que engancha y no se que es… pero me encanta!! La puntavara es mi modalidad y creo que para un río pequeño de alta montaña es lo más acertado. Un saludo amigo.
Gracias Hugo, ahí…cerca de la nubes es donde la naturaleza se muestra más exigente y todos los que vivimos la alta montaña somos, aunque solo sea por momentos, unos supervivientes.
Saludos.