La recompensa
Ya por la tarde, desde la atalaya del puente de hierro de FEVE, repase con mi mirada toda la ribera del río que había limpiado de mañana…
Y ahí estaba mi recompensa; un mirlo acuático reposaba en la rama de la salguera donde había retirado un sucio plástico que la recubría y sumergía, y un poco más abajo una trucha gozaba del espacio que había dejado una vieja mesa y una llanta de automóvil.
Emocionado, permanecí un buen tiempo observando aquel hecho y todo me pareció más hermoso.
Para cada esfuerzo disciplinado hay una recompensa múltiple.-Jim Rohn.
DATOS DE TERRITORIO PESCA