He  recorrido  muchos  caminos…

 

 -V. Álvarez
 
Ya llevo algún tiempo, que vienen a mi memoria recuerdos de muchos años atrás; de las diferentes etapas que en mi vida se han sucedido y no los evito; recordar lo bueno y lo malo, un repaso significativo que te hace saber dónde estás, de poner los pies en el suelo y darte cuenta de que no en vano han pasado y dejado su huella.

 

¿Por qué ahora se agolpan en tu mente esos 50 años de historia personal a la orilla del río?

 

Se reflejan  mi mente, lejanos, pero viven conmigo, no puede ser de otra forma, algunos quedaron grabados en fotografías de blanco y negro y te emocionan… al notar que algunos ya  no nos acompañan, es así la vida…y sin querer recordamos también esos versos que todos hemos leído alguna vez.

 

¿Qué es la vida?. Un frenesí. ¿Qué es la vida?. Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
 
Pero este momento significa, mucho para mí, y por eso no deseo olvidar aquellos que me acompañaron, me enseñaron y me iniciaron en este deporte, muchos fueron compañeros que nos veíamos en  los fines de semana cuando nuestro trabajo nos permitía tomar el tren y desplazarnos al Órbigo, a este río también y hasta Villanueva de Carrizo a veces nos desplazábamos en el coche de línea de Fernández San Martín que le unía con la capital, parada obligatoria en el Bar al lado del Puente, del Tío Melcón para tomar un refrigerio y a pescar.
 

 

 
 
Otros llegamos a ser muy buenos amigos, casi todos mayores que yo…….pero que pescaban desde que eran niños, maestros en su arte de pesca que normalmente era el cebo, en sus diferentes modalidades, el cebo de río con gusarapa o gusarapín; el cebo de la lombriz de tierra, moruca, miñoca ect, sonaban sus nombres en el ámbito pesqueril, normalmente de pocas palabras, tenían que ver los deseos de aprender de alguno de los que comenzábamos para soltar algo de lo que ellos sabían.

 

 
Era difícil para ellos explicar cómo la hacían, como pescaban las truchas tan fácilmente, lo habían visto y practicado tanto que sus movimientos eran totalmente naturales, nada forzados, sin embargo dentro de su especialidad pescaban de una forma diferente una chorrera, o un pozo, o el final de una tabla, al otro a lo mejor le gustaba un río con agua que marcara buenas “echadas”, mientras otro prefería ríos bajos, casi en estiaje…, pero ambos te dejaban asombrado.

 

Con el tiempo uno de ellos me dejó ser su compañero de pesca, me dejaba tirar una corriente el primero y cuando yo sacaba truchas, varias seguidas y de buen porte, presumía con los que allí pasaban y se fijaban todo lo que
sabe se lo he enseñado yo…, verdad compi”
.
 

 

El decaía en su nivel físico, yo estaba en lo mejor de mi vida, me encontraba joven y fuerte…

 

Todo un día se acabó y ahora solo me quedan los recuerdos de aquellos días, de aquellos momentos que me hacían sentir como ellos un maestro, pero siempre con el respeto que les debía “ellos eran mis maestros”, cuanto os  debo amigos, José Luís Fernández Ros, Eduardo Castro…tenemos para publicar un libro de nuestras salidas, Riaño, Pedrosa, Salio en el 4×4 de Lucilo; salir de madrugada y llegar a casa de noche, recién casado y con niños
que llegaron…..fielmente mi esposa aguantaba  todo, no la gustaba esas horas de llegar a Casa pero afortunadamente callaba, hoy me doy cuenta de la importancia que ha tenido en mi vida, dentro de pocos días hacemos 50 años de Matrimonio, he tenido mucha suerte una esposa fiel y una buena Madre para mis hijos.

 

 
Ya he tomado esta decisión penosa que me lleva rondando tanto tiempo (irrevocable) igualmente que mis amigos he bajado de nivel físico y no quiero estar en el río de esa forma, no deseo dar pena, mejor dejarlo ahora que todavía me muevo algo.

 

Retirarme con dignidad, se puede disfrutar del entorno igualmente sin una caña en la mano.

 

 
Hoy se lo he comunicado a mi amigo íntimo, cuando quieras te acompaño, pero no a pescar, solo a dar un paseo cerca de ti, captar esos momentos maravillosos pero con mi cámara para luego recordarlos y comeremos tu famosa tortilla inigualable….

 

 
Todo llega amigos y aquí para mí es el punto final de un deporte, de unas amistades, aquí cuelgo mis cañas y carretes, mis botas y waders y os deseo que tengáis una larga vida de años de práctica en este bello deporte, y que algún día por las veredas del río os acordéis de V. Álvarez, de “ciempiés”, nombres que llegaron a ser bastante conocidos en Foros como Pescaleón y en ConMosca, también me brindó mi amigo Rodrigo (Lachis) su foro “Territorio pesca” para escribir alguna cosa, pero yo ya no era el mismo, mi musa se fue alejando y con ella mis deseos de escribir de contaros mis andanzas y mis sentimientos.

 

Ahora que me voy, no quiero dejar de recordar aquel mal momento ocurrido en mi vida, cuando con un buen amigo veníamos de pescar, lo ocurrido el 27 de Julio de 1978, nunca lo he olvidado, tampoco vuestro apoyo en esa triste fecha y creo que hoy tiene mucho que ver  el dejarlo todo, pues nunca he podido superar aquellos malos momentos.

 

Un abrazo a los que me habéis conocido, a los que me habéis aguantado (ese carácter endiablado), y a los muchos que he tenido que pedir perdón, que hayáis olvidado esas rencillas que tanto daño pudieron hacer.

 

Y en broma para quitar un poco de hierro a algo tan serio  para mí, pensar que ahora tendréis más truchas por el río pues ya hay un pescador menos jajaja.

 

 

 

 
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…

 

 
 
 
 
Siempre hay un tiempo para marchar, aunque no haya sitio a donde ir.

 

Salud amigos.
 
V. Álvarez, “Ciempies”
Sin palabras se entiende mejor.