Fundentes, veneno para los peces.
La sal común (cloruro sódico) es el compuesto más utilizado para deshacer el hielo y la nieve en nuestro país, porque se junta su eficacia con su bajo precio. También se utiliza el cloruro sódico mezclado con el cálcico y humidificado con salmuera para hacer un fundente más rápido y de mejores resultados. 
Lo eficaz sería que una vez activado el protocolo; En el plan preventivo o sea antes de empezar a nevar el fundente a esparcir fuerá de a 10 a 20gr/m2 y ya una vez que la nieve se instala en la calzada el fundente a esparcir sería de entre 40 y 60 gr./m2, adecuándose la secuencia de la maquina a las condiciones climatológicas.
En inviernos de largas heladas y nieves abundantes la cantidad de sal vertido se convierte en veneno para los zonas afectadas. Gran parte de esta contaminación va a parar a los ríos con el perjuicio eminente para los peces y plantas. 
La mayoría de estos productos se disuelven en el agua, que es sin duda el disolvente universal, y acaban en los ríos próximos a las vías tratadas con el consiguiente perjuicio para todo el ecosistema, cierto y verdad es que la gran mayoría de esta disolución se efectúa con grades deshielos que arrastran otras muchas composiciones que minimizan sus efectos negativos. Pero cuanto menos esparzan mejor que mejor, porque no hay duda de que dañan el medioambiente, ya que la salinidad reduce la capacidad de retención de agua del suelo, descendiendo el crecimiento de las plantas, aumentando la erosión y una vez en el río aumenta la salinidad del agua con grave perjuicio para todos los seres de agua dulce.
 Han buscado nuevos fundentes y se sigue investigando con residuos de la industria  azucarera o vitivinícula y otros. Algunas alternativas menos dañinas para el medioambiente pueden ser arenas o cenizas que también se presentan como bastante eficaces. La salmuera mezclada con arena, se usa con buenos resultados en Canada y Estados Unidos. En  algunas ciudades europeas está prohibido el empleo de sal para combatir la nieve y el hielo por el impacto negativo en el medio ambiente. 
Una compañía de los Países Bajos ha desarrollado un sistema que permite aprovechar el calor que absorbe el asfalto de las carreteras en verano para calentar los edificios en invierno. Bautizado como “Road Energy System”, el dispositivo permite además descongelar las carreteras con el excedente de energía térmica.
El sistema reduce las emisiones de CO2 en un 50%, según sus creadores.
Muy interesante;