El primer día de pesca.
Desde siempre somos muchos los pescadores que, ya el primer día de la apertura de la pesca, salimos en busca de esas emociones que solo el río te proporciona. Salimos para imbuirnos en esa sensación de libertad que la naturaleza te ofrece, escuchar el murmullo de sus aguas y como no, intentar pescar esa trucha que te haga vibrar y emocionar.
La mañana, soleada y con buena temperatura, se presentó ideal para la pesca, así que nos lanzamos a la aventura. Sin madrugar mucho y en buena compañía nos fuimos a estrenar la temporada a un río natural y de montaña. El río nos recibió alegre y cantarín, pero con poco caudal para esta época y con las aguas heladoras. Así que, con estas premisas, las capturas fueron escasas y complicadas.
El primer día uno anda torpe y hasta que se hace al río se complica la pesca. Pronto sientes el río, intimas y empiezas a gozar, no es solo sacar peces, que también, si no esa armonía con la naturaleza que llevas en tu interior y te libera de todo mal. Nos visitaron los agentes medioambientales en el cometido de su profesión, comprobando licencias y aparejos, nos desearon buena pesca y cada uno a lo suyo.
Fue complicado buscarlas por entre las piedras del fondo, perdimos aparejos, enredamos y resbalamos, pero al final conseguimos engañar alguna trucha y proclamar aquello de que …
“queda inaugurada la temporada 2019”.
DATOS DE TERRITORIO PESCA