Disfrutar de la naturaleza pescando es de lo más gratificante que puedes hallar. No ganaras medallas, ni reconocimientos…solo emociones, pero eso nadie lo puede comprar. No tienen precio, no caducan, son para siempre. El secreto para lograr esas emociones y ese sosiego solo depende de tus metas.

J. Nieto como gran “disfrutador” del río nos lo describe:  

El  disfrute del  Pescador.

Por.-  José Nieto

         Hace años, no hubiera perdido ni un sólo segundo de dejar “pescar” por coger moras. Ahora no solo las recojo con suma tranquilidad y cuidado, sino que elijo un lugar tranquilo en la orilla del río para poder degustarlas y saborearlas, estando conmigo mismo.

 

Me siento afortunado de poder haber aprendido a dejarme atravesar por las aguas de la tranquilidad que el río transmite, por haber aprendido de sus aguas el saber fluir, el dejar que ciertas personas y situaciones deben partir agradeciendo todo lo que nos han aportado, de saber limpiarme en cada jornada y asumir el siguiente día como un día totalmente distinto, que sólo cuenta el aquí y ahora, que no se debe vivir en la nostalgia del pasado, y que no se debe vivir en la ansiedad del deseo futuro.

Haber aprendido a mirar mi rostro en sus aguas cristalinas y verme reflejado, sin preguntarme ciertas cosas, y notar serenidad y templanza en mi semblante.
A veces en el río hay que detener la actividad por un instante y saborear, y saber masticar ciertos momentos.

 

 

 

Donde hay instantes que parecen no acabar, donde parece que el tiempo se detiene, donde el agua parece ser el lápiz que usa el tiempo para dibujar lo que vemos.
Donde podemos fluir con lo que fluye, como nos está enseñando el correr del agua. Donde nos podemos dar de bruces con la belleza, y descubrir que nos está mirando.

 

 

Lo esencial es el conjunto. Una mirada enamorada es panorámica. Sabemos que todo es vínculo, pera la contemplación de las aguas te lo recuerda. Cuando uno es uno, consigo mismo, las cosas se ven como son y nos identificamos con lo que nos rodea.

 

               «Si la Suprema misión del artista es dar forma” (Albert Camus), entonces «El agua es el gran artista del Pescador». (José Nieto).