Pesca a varal.
A seca, a varal, a la allerana, a tenkara o a la leonesa que más da, lo importante es pescar o mejor dicho “estar pescando”. Pescar a moscas siempre tiene la recompensa de la emoción, la distracción y el esparcimiento. Todas las modalidades tienen su técnica diferenciada y cada pescador elegirá la que más le atraiga y divierta.
Nuestro amigo Hugo gusta de colocar sus moscas en esas zonas complicadas, en esos escondrijos y refugios naturales difíciles de pescar. Debajo de salgueras, entre piedras y recodos, para sorprender a esas truchas más recelosas y escurridizas.
Lo hace fácil, pero no lo es. Manejar una caña de esa largura y peso necesita practica y técnica. Clavar las truchas y cobrarlas también requiere su saber. Pero, este joven asturiano, domina este arte con gran maestría, lleva muchas truchas pescadas y devueltas con todas las garantías de supervivencia.
Fue una mañana de julio que compartimos jornada de río y bocadillo, donde no falto la sidra asturiana y el chorizo de León, pescamos a la mano y asimile detalles para seguir aprendiendo. Fue un placer que hay que repetir.
Vaya sorpresa amigo!! Fue un gran día de pesca que hay que repetir! Si señor!! No me lo esperaba jejej. Un fuerte abrazo.
Un abrazo, Hugo.
Vaya sorpresa Lachis! Jeje pasanos un gran día en el cual aprendi muchas cosas de ti y de tu tecnica de tenkara. Seguro que repetiremos. Un abrazo, nos vemos pronto.
Buena jornada de pesca y compañerismo, repetiremos seguro. Nos vemos pronto, un abrazo.